Llevabamos todo el día a vueltas con la portada de Marca que nos había descubierto que Ramos habla castellano en la intimidad y que Casillas tiene un oído digno de un superheroe de la Marvel y casi se nos olvidó que llegaba el Athletic al Bernabeu. El Athletic es la única empresa de España que se puede jactar de contratar sólo españoles y no ser tachada de xenófoba por los amigos de la correccion política. Se supone que sólo los vascos pueden jugar en el Athletic pero, como los de Bilbao nacen donde les sale de los cojones, con el nueve juega un riojano.
Cuentan que, antes de comenzar su periplo en el banquillo del Barça, Pep Guardiola peregrinó a Rosario para encontrarse con Bielsa como quien peregrina a Santiago a besar el manto del Apóstol. Once horas duró el concilio y damos gracias porque no hay grabaciones. Si hemos de fiarnos de las loas que la gauche divine futbolística dedica a diario al rosarino estamos ante un entrenador grandioso pero si nos acercamos al palmares caemos al vacío o casi. Llegó Bielsa al Bernabéu con un esquijama y una pizarra de mitos progresistas para que el Athletic acabara jugando como siempre. Para este viaje no hacían falta alforjas. Se adelantaron los vascos con un gol de Llorente que pareció sacado de la libreta de Mourinho y pudo marcar alguno más gracias al empeño del donostiarra Alonso en permitir que los bilbaínos circularan el balón sin oposición. Una genialidad de Marcelo permitió al Madrid llegar al descanso con tablas en el marcador cuando el piperio ya afinaba los pitos.
En la segunda parte el método de Bielsa sucumbió ante la rabia de un Cristiano que se echó el equipo a la espalda haciendo su trabajo, el de Xabi y el de Granero, para sorpresa de algunos. Recuperado para la causa Özil, Kaka tuvo detalles que hicieron recordar al jugador que fue. Dos goles de penalti de Ronaldo y otro de Callejón tras un maravilloso pase de Higuaín sirvieron para solventar una papeleta que tras la filtración de uno de los pusilánimes se antojaba complicada. 4-1 ganó el Madrid aunque, a juzgar por algunos comentarios post-partido, el ganador fue Bielsa.
La gran noticia de la noche fueron los pitos con los que una parte de la grada contrarrestó el grito de apoyo a Mourinho de uno de los fondos. Nada nuevo. Si no hubo pitos antes contra el portugués no fue por falta de ganas. El socio del Madrid se alimenta de la carnaza que le sirven vía prensa escrita, radiofónica o televisiva, personajes de ínfima calidad moral e intelectual. Individuos convencidos de que una institución centenaria como el Real Madrid se tiene que plegar a sus caprichos e intereses por encima de los intereses propios del club. Al llegar Mourinho se les vino abajo el chiringuito y eso es algo que no le perdonarán jamás. Los mismos que critican la supuesta mala educación del portugués reían los desplantes de Bielsa, cuando era seleccionador de Chile, al presidente Piñera cuyo delito no era otro que ser de derechas.
Ya me imagino a Mourinho teniendo que abandonar el Real Madrid y nuestras palabras al verlo marchar: "Dios, qué buen vasallo si tuviese buen Señor!". Como siempre en la historia de España.
lunes, 23 de enero de 2012
jueves, 19 de enero de 2012
El piolet
La imagen de Casillas vestido de negro saltando al cesped del Bernabeu con la cabeza agachada y mirando al suelo no presagiaba nada bueno. No imagino a Fernando Hierro ni a Raúl abriendo la fila hacia la batalla con la resignación y la derrota dibujadas en el rostro. Escribió Balzac que la resignación es un suicidio cotidiano y no nos cabe duda de que tenía razón visto lo visto en los últimos clásicos. En la expresión corporal y gestual de muchos jugadores madridistas observamos su rencidión sin ambages al fatum y en ese fatalismo se explica todo. Alguien debería recordar a estos pusilánimes la sentencia de William Shakespeare, "el destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos". Podrá Mourinho cambiar los hombres y el sistema pero dará lo mismo, la única manera de acabar con este ciclo insufrible sería inducir a la amnesia a unos cuantos.
El madridismo vive desde la llegada de Mourinho en la controversia bolchevique del derrotismo revolucionario. Las filas de los leninistas que desean la derrota del Madrid engordan tras cada clásico pero su revolución busca algo tan poco revolucionario como situar a un Michel en el banquillo. Los voceros del señorío desean en el banquillo del Madrid al jugador que más gravemente insultó al público del Bernabéu en toda su historia abandonando el campo antes de tiempo. Mourinho es el zar Nicolás II y piensa el leninismo pipero que las derrotas del Madrid precipitarán su caída y la de su imperio. El agit-prop se perpetra por igual en las redacciones de la gauche divine y en los salones del Txistu donde se mezcla el olor a chuletón con los efluvios de Varón Dandy. Andan buscando un Ramón Mercader y Palomar ha comprado ya un piolet en e-Bay para asesinar al Trosky que algunos madridistas llevamos dentro.
Marcó Cristiano del que dicen que siempre se arruga en las grandes citas y Casillas volvió a demostrar que es un gran portero de balonmano. Marcaron Puyol y luego Abidal que lo celebró disparando a la grada como un nigga de Baltimore a las ordenes de Stringer Bell. Tras eso, viajamos de vuelta a Punxsutawney donde nos despertamos otra vez en medio de un rondo en el que Xavi Hernández es la marmota, Xabi Alonso es Phil Connors y los silbidos del Bernabéu nos suenan al "i've got you, babe" de Sonny & Cher.
El madridismo vive desde la llegada de Mourinho en la controversia bolchevique del derrotismo revolucionario. Las filas de los leninistas que desean la derrota del Madrid engordan tras cada clásico pero su revolución busca algo tan poco revolucionario como situar a un Michel en el banquillo. Los voceros del señorío desean en el banquillo del Madrid al jugador que más gravemente insultó al público del Bernabéu en toda su historia abandonando el campo antes de tiempo. Mourinho es el zar Nicolás II y piensa el leninismo pipero que las derrotas del Madrid precipitarán su caída y la de su imperio. El agit-prop se perpetra por igual en las redacciones de la gauche divine y en los salones del Txistu donde se mezcla el olor a chuletón con los efluvios de Varón Dandy. Andan buscando un Ramón Mercader y Palomar ha comprado ya un piolet en e-Bay para asesinar al Trosky que algunos madridistas llevamos dentro.
Marcó Cristiano del que dicen que siempre se arruga en las grandes citas y Casillas volvió a demostrar que es un gran portero de balonmano. Marcaron Puyol y luego Abidal que lo celebró disparando a la grada como un nigga de Baltimore a las ordenes de Stringer Bell. Tras eso, viajamos de vuelta a Punxsutawney donde nos despertamos otra vez en medio de un rondo en el que Xavi Hernández es la marmota, Xabi Alonso es Phil Connors y los silbidos del Bernabéu nos suenan al "i've got you, babe" de Sonny & Cher.
lunes, 16 de enero de 2012
La tercera España
Acabamos el domingo con la muerte de Fraga y amaneció el lunes con Alaska en la portada de Interviu. Metáforas de una España que muere y otra que quiere nacer pero a la que no le dejan. Incapacitado Suárez, Fraga era el eslabón último de la cadena que unía la derecha española actual con el tardofranquismo. Con el franquismo ortodoxo no había cadena ni nexo de unión desde el "gironazo", como mucho Cebrián que ha seguido estructurando lo suyo en escuadras y centurias y becarios que actúan de flechas y pelayos. Fraga se decidió a cambiar camisas azules y boinas "colorás" por polos de Lacoste y zapatos Castellanos y hasta Carmina Ordóñez cambio la compañía de Blas Piñar por el Chuli, el Cabra y el Pai. Los que se quejan del mal carácter de Don Manuel no conocieron a los profesores de mi colegio ni a los monitores de las colonias de la Caja de Ahorros Popular. Fraga, sobre todo, fue un hombre equivocado de su tiempo que siempre llegaba a todo demasiado pronto. Se salió del franquismo antes que nadie y le mandaron de embajador a Londres a ver si se perdía entre la niebla. Cuando se sintió abandonado por el estado regresó al terruño y le vimos llorar como a un niño mientras los mil gaiteros entonaban la Rianxeira. Como ahora que se ha muerto no son capaces de encontrarle un Paracuellos le sacan un Grimau y un Montejurra para desasosiego de Bremaneur en el frío de Berlín. Cuando Fraga estaba ya en la senda del conservadurismo democrático, Carrillo recibía aun las lisonjas de Ceaucescu y andaba enredado en eso del euro-comunismo que para Giménez-Caballero era una actualización de su fascismo añorado.
Alaska es esa tercera España que desprecian por igual los sectarios de un lado y del otro. Una Pitita Ridruejo con tatuajes y silicona que lo mismo desayuna con Almodóvar que cena con Federico Jiménez Losantos sin que ni uno ni otro le reprochen nada. Pensábamos que de aquella movida madrileña instrumentalizada ya no podíamos esperar nada pero Olvido, Nacho y, hasta que se fue, Berlanga, han constituido una opción diferente, libre y verdadera, de entender España . En el vértice catalán de aquella movida están Loquillo y Sabino cantándole las verdades del barquero al nacionalismo aldeano que convirtió la postmoderna Barcelona en un pueblo grande de la Cerdanya sin trintxat y sin mar i muntayna.
Yo conocí a Olvido en aquella travesía del desierto entre Dinarama y Fangoria cuando fué a pinchar a El Refugio y le tuvimos que poner dos cajas de coca-cola y una tabla para que llegara a los platos. Aquella mujer que ya era leyenda de botes de Colón, perlas ensangrentadas y mañanas de sábado resultó de una educación y cercanía que nos dejó helados. Hemos conocido tantos tontos que la normalidad nos parece un milagro. Años después, ya con Canut, fue a tocar al efímero Sfera de Zaratán y me los llevé a cenar a un restaurante del centro comercial y contestaban a mis preguntas de fan con una sonrisa en los labios aunque se dieron cuenta de que a mi, más que su música, me arrastraba su actitud de ácratas de derechas.
Alaska es el punk donde ya no existe el punk, el acid cuando ya no existe el acid y el house ahora que David Guetta ha asesinado el house. Ella es la incorrección política contra la que nadie osa arremeter porque en su biografía la libertad ocupa todos los capítulos y no hay episodio alguno sospechoso ni vergonzante. Ahora nos enseña las tetas -y al que no le guste que no mire- después de enseñarnos la vida en la MTV con ese Mario Vaquerizo que se mueve entre lo surrealista y lo naif como un niño en Cadaqués.
Fraga y Carrillo son la España que se fue y nunca debió ser y Alaska es la España que esperamos y que no acaba de llegar. La tercera España que en vez de helarnos el corazón nos llevaría a una rave.
Alaska es esa tercera España que desprecian por igual los sectarios de un lado y del otro. Una Pitita Ridruejo con tatuajes y silicona que lo mismo desayuna con Almodóvar que cena con Federico Jiménez Losantos sin que ni uno ni otro le reprochen nada. Pensábamos que de aquella movida madrileña instrumentalizada ya no podíamos esperar nada pero Olvido, Nacho y, hasta que se fue, Berlanga, han constituido una opción diferente, libre y verdadera, de entender España . En el vértice catalán de aquella movida están Loquillo y Sabino cantándole las verdades del barquero al nacionalismo aldeano que convirtió la postmoderna Barcelona en un pueblo grande de la Cerdanya sin trintxat y sin mar i muntayna.
Yo conocí a Olvido en aquella travesía del desierto entre Dinarama y Fangoria cuando fué a pinchar a El Refugio y le tuvimos que poner dos cajas de coca-cola y una tabla para que llegara a los platos. Aquella mujer que ya era leyenda de botes de Colón, perlas ensangrentadas y mañanas de sábado resultó de una educación y cercanía que nos dejó helados. Hemos conocido tantos tontos que la normalidad nos parece un milagro. Años después, ya con Canut, fue a tocar al efímero Sfera de Zaratán y me los llevé a cenar a un restaurante del centro comercial y contestaban a mis preguntas de fan con una sonrisa en los labios aunque se dieron cuenta de que a mi, más que su música, me arrastraba su actitud de ácratas de derechas.
Alaska es el punk donde ya no existe el punk, el acid cuando ya no existe el acid y el house ahora que David Guetta ha asesinado el house. Ella es la incorrección política contra la que nadie osa arremeter porque en su biografía la libertad ocupa todos los capítulos y no hay episodio alguno sospechoso ni vergonzante. Ahora nos enseña las tetas -y al que no le guste que no mire- después de enseñarnos la vida en la MTV con ese Mario Vaquerizo que se mueve entre lo surrealista y lo naif como un niño en Cadaqués.
Fraga y Carrillo son la España que se fue y nunca debió ser y Alaska es la España que esperamos y que no acaba de llegar. La tercera España que en vez de helarnos el corazón nos llevaría a una rave.
domingo, 15 de enero de 2012
Épica y gaviotas
Escribió Umbral refiriéndose a Emilio Butragueño que era tan normal que en su mito no encontramos materia literaria para escribir nada. Lo mismo cabría decir de los chicos bajitos del Barça. Han necesitado ganar todo para poder pasar a la historia. Si no fuera por esos títulos acumulados en estos últimos años no tardarían en instalarse en las frías estanterías del olvido. Sus biografías son tan aburridas como ese fútbol que practican donde no hay lugar para las excentricidades ni para las locuras que distinguen el fútbol que merece ser visto y la vida que merece ser vivida. Es el suyo un fútbol eminentemente mediterraneo, paciente y frío . Emparentado con una forma de ver la vida que resulta incomprensible en otros lugares donde la paciencia no tiene sitio. Donde las heladas podían helar la siembra, el granizo podía tumbar la espiga, el frío podía demorar la siega, las lluvias podían arruinar la trilla y la ausencia de viento podía eternizar las parvas en las eras. Este fútbol que dicen que ha inventado Guardiola ya se lo vi yo a un Valladolid entrenado por Maturana y al tercer rondo entre Leonel Álvarez y los centrales el Nuevo Zorrilla respondía con pitos.
Mallorca emerge del Mediterráneo y Caparros es andaluz pero parece vasco. Su sitio estaba en el Athletic al que había vuelto a dotar de una Weltanschauung propia y hermosamente arcaica, pero a los popes del nacionalismo vasco no les gusta que les recuerden que no hay nada tan español como ese rincón al que llegó Tubal. En Bilbao prefirieron entregar las llaves de San Mamés a Bielsa que es Hebe de Bonafini aplicada al fútbol. Los equipos de Caparrós juegan antiguo, con una sinceridad que nada esconde, un fútbol físico denostado ahora por los apóstoles del zapaterismo balompédico. En esa batalla que planteó Caparros a punto estuvo el Madrid de perder la guerra. Casillas es cada vez más Chamberlain, líder incapaz y cobarde.
El Madrid no jugará nunca como el Barcelona ni escucharán nuestros oídos encendidos elogios a la excelencia del sistema. Ni falta que hace. La leyenda blanca se ha construido en la épica y en los milagros. La historia del Real Madrid es una interminable sucesión de poemas que constituyen un cantar de gesta inolvidable y eterno sin apenas hueco para concesiones líricas. En este nuevo capítulo que se escribió anoche volvió a surgir ese Odiseo moderno que es Higuaín. El Pipita ha tenido que sufrir en estos cinco años cicones, lotófagos y cíclopes; descenso a los infiernos y vive ahora disfrazado de mendigo de minutos a la espera del momento de acabar con todos los pretendientes. Higuaín representa mejor que ningún otro jugador de la actual plantilla el espíritu y la historia que hicieron del Real Madrid lo que conocemos. Desde un madridismo porteño y precoz, el tránsito del argentino por el Bernabéu sólo puede terminar en el Olimpo sagrado de nuestros recuerdos.
El otro héroe de esta épica actual es Cristiano y más ahora que se nos antoja como un Cid que ha perdido el favor y el vasallaje con el señorío del Bernabéu. "Por la terrible estepa castellana, al destierro, con doce de los suyos -polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga". No tenemos muy claro eso del señorío pero imaginamos oyendo lo que oímos que el señorío debe ser Roberto Gómez gorroneando ibérico y chuletones en De María o Segurola repartiendo elogios inmerecidos a la Bonafini de San Mamés. De vuelta a Ibiza encontré yo el otro día la imagen definitiva del periodismo deportivo español en esas gaviotas del vertedero de Ca Na Putxa que prefieren hurgar en la basura en vez de volar a pescar al mar. Mourinho es el halcón robot encargado de ahuyentarlas a ver si de una vez por todas nos dejan de joder la siesta con sus graznidos.
Mallorca emerge del Mediterráneo y Caparros es andaluz pero parece vasco. Su sitio estaba en el Athletic al que había vuelto a dotar de una Weltanschauung propia y hermosamente arcaica, pero a los popes del nacionalismo vasco no les gusta que les recuerden que no hay nada tan español como ese rincón al que llegó Tubal. En Bilbao prefirieron entregar las llaves de San Mamés a Bielsa que es Hebe de Bonafini aplicada al fútbol. Los equipos de Caparrós juegan antiguo, con una sinceridad que nada esconde, un fútbol físico denostado ahora por los apóstoles del zapaterismo balompédico. En esa batalla que planteó Caparros a punto estuvo el Madrid de perder la guerra. Casillas es cada vez más Chamberlain, líder incapaz y cobarde.
El Madrid no jugará nunca como el Barcelona ni escucharán nuestros oídos encendidos elogios a la excelencia del sistema. Ni falta que hace. La leyenda blanca se ha construido en la épica y en los milagros. La historia del Real Madrid es una interminable sucesión de poemas que constituyen un cantar de gesta inolvidable y eterno sin apenas hueco para concesiones líricas. En este nuevo capítulo que se escribió anoche volvió a surgir ese Odiseo moderno que es Higuaín. El Pipita ha tenido que sufrir en estos cinco años cicones, lotófagos y cíclopes; descenso a los infiernos y vive ahora disfrazado de mendigo de minutos a la espera del momento de acabar con todos los pretendientes. Higuaín representa mejor que ningún otro jugador de la actual plantilla el espíritu y la historia que hicieron del Real Madrid lo que conocemos. Desde un madridismo porteño y precoz, el tránsito del argentino por el Bernabéu sólo puede terminar en el Olimpo sagrado de nuestros recuerdos.
El otro héroe de esta épica actual es Cristiano y más ahora que se nos antoja como un Cid que ha perdido el favor y el vasallaje con el señorío del Bernabéu. "Por la terrible estepa castellana, al destierro, con doce de los suyos -polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga". No tenemos muy claro eso del señorío pero imaginamos oyendo lo que oímos que el señorío debe ser Roberto Gómez gorroneando ibérico y chuletones en De María o Segurola repartiendo elogios inmerecidos a la Bonafini de San Mamés. De vuelta a Ibiza encontré yo el otro día la imagen definitiva del periodismo deportivo español en esas gaviotas del vertedero de Ca Na Putxa que prefieren hurgar en la basura en vez de volar a pescar al mar. Mourinho es el halcón robot encargado de ahuyentarlas a ver si de una vez por todas nos dejan de joder la siesta con sus graznidos.
domingo, 8 de enero de 2012
La guillotina
El mismo día que Carme transmutaba en Carmen, el Bernabéu se convertía en Los Cármenes. A la Chacón le bastó un viva España y al Bernabéu cinco mil granadinos que silenciaron a ochenta mil madridistas. Durante gran parte del partido el Madrid jugó fuera de casa y algunos jugadores madridistas durante el partido entero. Son muchos los que se refugian en eso tan español de que quien paga manda y que, al parecer, le da derecho a uno a insultar al camarero, exigir al policia y mentarle la madre al delantero del equipo de casa. Al Bernabéu pueden venir los delanteros rivales con absoluta tranquilidad. Si no hacen un buen partido se marcharán al vestuario entre la indiferencia silenciosa de las tribunas y sí se marcan un partidazo podrán regresar a casa con el recuerdo de una ovación soñada, como Messi o Ronaldinho. A este Bernabéu que ahora le pita a Ronaldo le hemos oído pitar antes a Redondo, a Hierro o a Zidane.
De Cristiano, dicen, lo que no gusta son algunas actitudes pero, como bien dijo Mercutio tras el partido en tres tuits demoledores, el problema con Ronaldo no es otro que la envidia. “¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!", clamaba don Quijote sin haber pisado nunca el estadio de la Castellana. Cristiano mueve a la envidia a los piperos porque reconocen en él lo que desearían ser y nunca serán. Los héroes de las tribunas del Bernabéu son siempre los chicos de casa, esos que agachan la cabecita y cierran la boca cuando la masa se ejercita como la sección de viento de una orquesta de pueblo. "El público es soberano", dicen los buenos chicos y contra ese soberano quiero yo una guillotina.
Otro al que los piperos señalaban antaño es Benzema. Lo sospechoso del francés era cierta desidia y ese aire despistado y frío de chanteur de suburbio lyoness. Con un palo y una zanahoria Mourinho ha convertido a aquel muchacho desubicado en el mejor delantero del mundo. La variedad de fútbol que Benzema ofrece no está al alcance de ningún otro atacante a no ser que Axel Torres nos descubra alguno en la liga de Tonga. La exuberancia de Karim ha sumido en la melancolía a un Higuaín que vive la permanente lucha del héroe trágico contra el cruel destino que parece escrito. No olviden los detractores del argentino que Higuaín siempre vuelve, sobre todo cuando menos se le espera.
Los Cármenes en el Bernabéu y Carme en Almería. Así se escriben la historia y el invierno.
De Cristiano, dicen, lo que no gusta son algunas actitudes pero, como bien dijo Mercutio tras el partido en tres tuits demoledores, el problema con Ronaldo no es otro que la envidia. “¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!", clamaba don Quijote sin haber pisado nunca el estadio de la Castellana. Cristiano mueve a la envidia a los piperos porque reconocen en él lo que desearían ser y nunca serán. Los héroes de las tribunas del Bernabéu son siempre los chicos de casa, esos que agachan la cabecita y cierran la boca cuando la masa se ejercita como la sección de viento de una orquesta de pueblo. "El público es soberano", dicen los buenos chicos y contra ese soberano quiero yo una guillotina.
Otro al que los piperos señalaban antaño es Benzema. Lo sospechoso del francés era cierta desidia y ese aire despistado y frío de chanteur de suburbio lyoness. Con un palo y una zanahoria Mourinho ha convertido a aquel muchacho desubicado en el mejor delantero del mundo. La variedad de fútbol que Benzema ofrece no está al alcance de ningún otro atacante a no ser que Axel Torres nos descubra alguno en la liga de Tonga. La exuberancia de Karim ha sumido en la melancolía a un Higuaín que vive la permanente lucha del héroe trágico contra el cruel destino que parece escrito. No olviden los detractores del argentino que Higuaín siempre vuelve, sobre todo cuando menos se le espera.
Los Cármenes en el Bernabéu y Carme en Almería. Así se escriben la historia y el invierno.
sábado, 7 de enero de 2012
Astracanadas
Pedro Muñoz Seca fue asesinado el 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama en el curso de las sacas masivas producidas en Madrid entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre del mismo año. Según dejó escrito el propio dramaturgo se le acusaba de monárquico por haber llevado a Roma el Manto de la Virgen del Pilar en nombre de Alfonso XIII. Se cuenta que ante el pelotón de fusilamiento escribió su última y genial astracanada dirigiéndose a sus asesinos con las siguientes palabras: "Podéis quitarme la hacienda, mis tierras, mi riqueza, incluso podéis quitarme, como vais a hacer, la vida, pero hay una cosa que no me podéis quitar y es...el miedo que tengo".
Cabría situar, como muy pronto, el inicio del franquismo el 19 de abril de 1937, fecha de promulgación del Decreto de Unificación, una de esas ocurrencias del surrealista Giménez Caballero que incomprensiblemente se llevó a cabo condenando al exilio a Fal Conde y al destierro a Manuel Hedilla. No me resisto a recordar otra de las ocurrencias del autor de "Yo, inspector de alcantarillas" aunque no venga a cuento, casar a Adolf Hitler con Pilar Primo de Rivera, hermana de El Ausente, con el objetivo de fundar una dinastía fascista en Europa.
Esta mañana me he desayunado con un articulo en El Norte de Castilla en el que se adjunta un listado de las calles de Valladolid cuyos nombres "franquistas" deberían ser cambiados a juicio del autor. Entre esas calles se encuentra la de ese Muñoz Seca que fué asesinado en noviembre del 36 mucho antes de que el franquismo existiera siquiera como palabra. El autor del articulo escribe: "Pedro Muñoz Seca. Escritor ejecutado por los republicanos". Estamos seguros de que no fue ejecutado sino asesinado y estamos casi seguros de que los asesinos no eran precisamente republicanos. El viaje al pasado de Zapatero sigue alimentando paradojas temporales de imposible solución. De los nuevos, entregados como están a las derramas y a la entrega de despachos a la progresía, no cabe esperar sentido de estado y coraje para derogar leyes que reabrieron heridas que el tiempo había cerrado.
En ese listado de calles "franquistas" se incluyen también las dedicadas al monárquico Pemán y al falangista Torrente Ballester. Pudiera ser discutible la inclusión del primero que efectivamente sí mostró una beligerante adhesión al franquismo, pero resulta ridícula, como en el caso de Muñoz Seca, la del segundo. Torrente Ballester se afilia a Falange más por pragmatismo que por ideología ( había sido militante del Partido Galleguista) y perteneció a ese grupo de escritores de Falange que, en casi todos los casos, mostraron un alejamiento temprano del poder franquista o sufrieron la censura del nacional-catolicismo como García Serrano.
A nadie extrañaría que, en nombre de la corrección política, al alcalde de Valladolid le pidan cualquier día que el Palacio de los Viveros, donde se desposaron Isabel y Fernando, pase a convertirse en un museo de la opresión centralista de España contra las naciones periféricas o que la Casa de Colón en la que falleció el descubridor de América se convierta en un memorial del genocidio indígena . El problema que tienen estos apóstoles de la revisión histórica en Valladolid es un alcalde al que le importan una higa la corrección política y cosechar simpatías entre los contrarios. Igualito que Gallardón.
Cabría situar, como muy pronto, el inicio del franquismo el 19 de abril de 1937, fecha de promulgación del Decreto de Unificación, una de esas ocurrencias del surrealista Giménez Caballero que incomprensiblemente se llevó a cabo condenando al exilio a Fal Conde y al destierro a Manuel Hedilla. No me resisto a recordar otra de las ocurrencias del autor de "Yo, inspector de alcantarillas" aunque no venga a cuento, casar a Adolf Hitler con Pilar Primo de Rivera, hermana de El Ausente, con el objetivo de fundar una dinastía fascista en Europa.
Esta mañana me he desayunado con un articulo en El Norte de Castilla en el que se adjunta un listado de las calles de Valladolid cuyos nombres "franquistas" deberían ser cambiados a juicio del autor. Entre esas calles se encuentra la de ese Muñoz Seca que fué asesinado en noviembre del 36 mucho antes de que el franquismo existiera siquiera como palabra. El autor del articulo escribe: "Pedro Muñoz Seca. Escritor ejecutado por los republicanos". Estamos seguros de que no fue ejecutado sino asesinado y estamos casi seguros de que los asesinos no eran precisamente republicanos. El viaje al pasado de Zapatero sigue alimentando paradojas temporales de imposible solución. De los nuevos, entregados como están a las derramas y a la entrega de despachos a la progresía, no cabe esperar sentido de estado y coraje para derogar leyes que reabrieron heridas que el tiempo había cerrado.
En ese listado de calles "franquistas" se incluyen también las dedicadas al monárquico Pemán y al falangista Torrente Ballester. Pudiera ser discutible la inclusión del primero que efectivamente sí mostró una beligerante adhesión al franquismo, pero resulta ridícula, como en el caso de Muñoz Seca, la del segundo. Torrente Ballester se afilia a Falange más por pragmatismo que por ideología ( había sido militante del Partido Galleguista) y perteneció a ese grupo de escritores de Falange que, en casi todos los casos, mostraron un alejamiento temprano del poder franquista o sufrieron la censura del nacional-catolicismo como García Serrano.
A nadie extrañaría que, en nombre de la corrección política, al alcalde de Valladolid le pidan cualquier día que el Palacio de los Viveros, donde se desposaron Isabel y Fernando, pase a convertirse en un museo de la opresión centralista de España contra las naciones periféricas o que la Casa de Colón en la que falleció el descubridor de América se convierta en un memorial del genocidio indígena . El problema que tienen estos apóstoles de la revisión histórica en Valladolid es un alcalde al que le importan una higa la corrección política y cosechar simpatías entre los contrarios. Igualito que Gallardón.
lunes, 2 de enero de 2012
Las tatas
Despedimos el año con Rajoy pidiendo una derrama para arreglar las goteras. Al parecer, los anteriores administradores de la finca se pasaron ocho años rascando la tela asfáltica y la juerga de la azotea la vamos a pagar a escote como a la puta de una despedida de soltero. El presidente ya lo dijo en su día así que no entiendo a qué viene ahora este rasgar de vestiduras liberales. "Que se vayan al partido liberal", gritó Rajoy en Valencia y todos miraron de soslayo a Esperanza. Lo triste es que no se fueron y dejaron crecer a Lassalle, ese liberal gafapasta que parece un progre jesuítico pasado por una de las tiendas de Toni Miró en las que compran los de Esquerra.
Lassalle en anti-Hayek, anti-Misses, anti-Popper y suponemos que le sale un sarpullido cuando oye nombrar a Rand. Él lo llama liberalismo de cara amable como si la libertad tuviera más de una cara. En UPyD cultivan un falso liberalismo que tiene como referente a la señorita Rottenmaier. En el PP, los chicos de Soraya y Lassalle abrazan un falso liberalismo que bebe en las fuentes de María Von Trapp. Así que estamos en manos de las tatas, como diría Espuny, que nos vienen a educar a estacazos o cantándonos canciones.
Lassalle en anti-Hayek, anti-Misses, anti-Popper y suponemos que le sale un sarpullido cuando oye nombrar a Rand. Él lo llama liberalismo de cara amable como si la libertad tuviera más de una cara. En UPyD cultivan un falso liberalismo que tiene como referente a la señorita Rottenmaier. En el PP, los chicos de Soraya y Lassalle abrazan un falso liberalismo que bebe en las fuentes de María Von Trapp. Así que estamos en manos de las tatas, como diría Espuny, que nos vienen a educar a estacazos o cantándonos canciones.
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